Las medidas relacionadas con el registro horario y la desconexión digital son el corazón de esta reforma laboral. Su objetivo principal es garantizar el bienestar de los trabajadores, promoviendo un equilibrio entre la vida personal y laboral, así como asegurando el cumplimiento de las horas de trabajo establecidas.

Registro horario obligatorio: desde la entrada en vigor del Real Decreto-ley 8/2019, el registro horario ha sido una obligación para todas las empresas. Sin embargo, muchas de ellas han optado por métodos manuales, como registros en papel, que ya están quedando obsoletos. Con esta nueva legislación, el registro digital se convertirá en una herramienta indispensable, no solo por su facilidad de uso, sino también porque asegura un control más preciso y transparente del tiempo de trabajo.

El Ministerio de Trabajo ha dejado claro que los registros en papel dejarán de ser válidos como evidencia. De hecho, muchas inspecciones laborales recientes han sancionado empresas que no disponen de un sistema digitalizado de control horario. Esta medida busca prevenir irregularidades y garantizar el cumplimiento de los derechos laborales.

Desconexión digital: la desconexión digital es otro aspecto clave que busca reforzar esta nueva ley. En un mundo laboral hiperconectado, muchos trabajadores enfrentan dificultades para desconectar fuera del horario laboral. Este derecho, ya reconocido en el artículo 88 de la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales (LOPDGDD), se consolidará como un elemento esencial en la relación entre empleados y empleadores.

Las empresas deberán implementar políticas claras que regulen el uso de dispositivos electrónicos y el envío de comunicaciones laborales fuera del horario laboral, protegiendo así el tiempo de descanso y ocio de los trabajadores.